La solución nutritiva en este caso eran unas bolitas donde contienen todo los nutrientes necesarios y regulan el PH de la disolución. Esto fue ideal porque no tenia con que medir el PH. Y a medida que las plantas necesitan nutrientes las bolitas los van desprendiendo.
Después como nos fuimos unos días de vacaciones pensé en un sistema de riego automatizado y como se puede ver resultó algo aparatoso aunque funcionó. Está compuesto básicamente por una garrafa y una bomba de agua que función por gravedad, es decir simplemente abre y cierra para dejar pasar el agua. Después de la bomba está el circuito de riego por goteo. La clave está en poner la garrafa por encima de la bomba.
En otro post os cantaré las aventuras y desventuras del primer cultivo hidropónico.