Aquí teneis la tercera entrevista de HUERTEROS. En esta ocasión queremos presentaros un huerto que para nosotros es muy importante. Cuando nosotros empezamos a interesarnos por los huertos urbanos, uno de los blogs de referencia para nosotros fué Huerto en un balcón de Barcelona, yo me leí el blog de arriba a abajo, me quedé maravillada leyendo lo que Ena contaba en el blog, y leyéndolo decidimos que nosotros también queriamos tener nuestro huerto en casa. Y ahora vais a poder descubrir este huerto y este balcón. No os perdais nada de lo que cuenta Ena, y por supuesto disfrutad con las fotos de su huerto. Esperamos que os guste.
Vivo con mi marido y mis hijas en Barcelona. Tengo un huerto en el balcón y una web donde hablo de él (mihuerto.wordpress.com). Hace unos meses dejé de actualizar la web, aunque yo sigo disfrutando de mi huerto como siempre.
Mi nombre en la web es eNa.
¿Qué es lo que te animó a empezar a cultivar en tu balcón? ¿Cuánto tiempo llevas cultivando
Fue por casualidad. Hace tres años me aficioné a comer brotes de soja y, para conseguirlos frescos de la manera más fácil y barata posible, comencé a germinarlos yo misma.
El caso es que un día me dio por preguntarme si las semillas del tomate que me estaba comiendo serían capaces de germinar igual que lo hacía la soja. Nunca me había fijado en que los tomates (ni nada) tuvieran semillas, supongo que mi subconsciente asoció ideas. 
Sembré las semillas de aquel tomate en un potecito y germinaron. Entonces tuve curiosidad por ver hasta donde eran capaces de llegar, así que los planté en una maceta en el balcón y me dediqué a regarlos y a observarlos.
Y, a partir de ese momento, casi sin darme cuenta, comencé a cambiar las plantas ornamentales que tenía en el balcón por plantas que, además de bonitas, fueran comestibles.
¿Como es tu huerto? ¿De cuánto espacio dispones? ¿Qué tipo de contenedores utilizas para cultivar? ¿Has variado de tipo de contenedores a lo largo de estos años?
Como decía, al 
principio los contenedores eran macetas. Pero hace dos años hice el gran cambio: eliminé todas las macetas y monté una mesa de madera, hecha a la medida del ancho del balcón. Ocupa medio metro por dos metros y tiene un palmo de profundidad.
principio los contenedores eran macetas. Pero hace dos años hice el gran cambio: eliminé todas las macetas y monté una mesa de madera, hecha a la medida del ancho del balcón. Ocupa medio metro por dos metros y tiene un palmo de profundidad.Un año mi marido y yo lo diseñamos un segundo recipiente buscando como cultivar la máxima cantidad de plantas en el mínimo espacio y ha resultado un exitazo impresionante: permite que los espacios entre plantas sean inferiores, ¡me caben más!, la necesidad de riego es menor y ocupa mucha menos superficie de balcón.
Creo que el truco está en su forma, permite un gran volumen de tierra que mantiene la humedad y las raíces pueden profundizar hasta donde les apetece. Lo llamamos el “huerto vertical”.
¿Qué cultivas? ¿Cultivas durante todo el año? ¿Llevas una planificación del huerto?
Voy probando con todo lo que puedo. De momento mis grandes éxitos son los tomates y pimientos en verano y las lechugas, remolachas, guisantes y habas en invierno.
Planifico donde voy a plantar cada cosa considerando que cada especie necesita un rinconcito adecuado a sus necesidades (las que necesitan tutores cerca de barandillas y paredes, donde pueda sujetarlas fácilmente, las variedades altas en los maceteros más profundos, todas con su espacio mínimo, pero sin pasarse ni un milímetro, que cuantas más quepan mejor…) Y, además, la composición tiene que ser bonita, y variada, y gustosa, y el riego automático necesita llegar a todos los puntos… Bueno, creo que lo he pintado demasiado complicado y no lo es, cada planta en sitio, simplemente.
¿Haces compostaje para utilizarlo como abono?
Tengo un recipiente de plástico lleno de “sustrato universal” bajo la mesa del huerto. Voy echando los restos orgánicos (procedentes del balcón y de la cocina) al recipiente y después, con la pala, lo troceo y tapo con un dedo de tierra. Una vez por semana remuevo el conjunto con la pala, para airear.
Cada vez que necesito tierra para mis diversos planteles, la cojo de la compostera. Y viceversa, cuando me sobra es allí donde va a parar.
No creo que lo que hago en mi balcón pueda llamarse “compostar”, por lo que he ido viendo en la red, no se trata de ninguno de los procesos de compostaje existentes.
Lo que yo hago es únicamente enriquecer “sustrato universal” con restos vegetales y de paso facilitarme la limpieza de las plantas del balcón ya que los restos van directamente de la planta a la compostera, sin salir del balcón.
¿Cómo has resuelto el tema del riego? ¿Tienes riego programado por goteo, riegas manualmente?
Tengo riego programado por goteo, imprescindible en época de vacaciones y muy cómodo para el resto de días.
Aún teniéndolo, me gusta regar manualmente. Utilizo agua de la pecera donde viven las tortugas, es agua sin cloro y enriquecida además con los “nutrientes” que desinteresadamente ellas aportan al ecosistema del balcón.
¿Qué dudas tuviste al empezar a cultivar? ¿Te encontraste con dificultades? ¿Cómo las has resuelto?
Sí claro que tuve dudas, empecé de cero, tuve que ir buscando información a medida que surgían las dificultades.
Internet es sin duda la más rápida y completa fuente de información. Y como libros recomendaría “El horticultor autosuficiente” de John Seymour (se puede bajar de la red) para entender el ciclo de las hortalizas y que es eso de la agricultura orgánica, y el “Huerto urbano” de Josep M. Vallés, para tener unas pautas básicas y claras para iniciarse cultivar en espacios reducidos.
Dinos tres razones, con las que quieres animar a todo el mundo para que cultive en su casa.
Por la ilusión de comer lo que uno mismo ha cultivado, y sin “química”.
Porque el cultivar enseña la disciplina de los cambios pequeños y a la vez constantes. Te obliga a revestirte de paciencia y de constancia. Sin darte cuenta acabas aplicándolo al resto de cosas de tu vida, aprendes a esperar, a observar, a ser consciente de los ciclos de la vida que te rodea.
Y porque esto de sembrar es adictivo, al menos para mi, ¡no puedo parar! Y es que cada vez (por más veces que lo haga), siempre, siempre, me sorprende, ¡es mágico! Como he leído en alguna web: si alguien no cree en los milagros, que observe la germinación de una semilla.
Pues, muchas gracias y buena cosecha ¡¡¡¡¡¡¡
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“Sin darte cuenta acabas aplicándolo al resto de cosas de tu vida, aprendes a esperar, a observar, a ser consciente de los ciclos de la vida que te rodea ” ¡Cuánta razón!
Yo también visitaba el blog de ena y fue uno de los motivos por los que me lancé a tener un huerto, y ahora, unos años después, ¡hasta tengo sembrados 600 m2 de trigo!
Gracias, me alegra saber que aunque no actualice sigue con su maceto-huerto.
Siempre me encantó el huerto de eNa, y quiero darle ánimo tb para q retome su blog!!
Un salut!!
Ena felicidades por tu huerto, de el se pueden extraer muchas ideas.
Saludos.
Gracias por el post Yolanda.
Quin hort més xuli Ena !!!!!!!!
Oriol
Myriam, que bueno lo que cuentas de tu hija y los tomates.
Carola, si yo creo que Ena ha sido una inspiración para muchos huerteros.
Hola Anna, no conozco en persona el balcón de Ena, pero simplemente viendo las fotos, me tiene enamorada.
Jo, sempre que puc vaig a dinar a casa de l’Ena, i es super-xulo primer passar per l’hort, a recollir i desprès una mica d’oli, vinagre i oli .. i una amanida boníssima i molt gustosa. Us ho recomano a tots. Felicitats Ena!!!!! Anna
Que buena entrevista! Seguí durante mucho tiempo el blog de Ena y me alegra mucho que ella siga con sus cultivos y cuidados.
Ojalá sirva de inspiración para muchos balconeros.
besotes!
Carola
Excelente post y felicitaciones a Ena! Mis primeras plantas de tomates me las hizo mi hija menor, cuando tenía 8 años. A mí tampoco se me ocurría separar las semillas, y ella, me regaló para el día de la madre una macetita con las semillas que quitó ella misma. Yo pensé, pobrecita, si no crecen bien… A los pocos días, tenía unos brotes hermosos. De ahí en más, siempre que pude planté tomates. No siempre hay espacio suficiente, pero Ena hizo un milagro.
Un beso,
Myriam