Este es el primer post del Año 2017 y no empiezo con una receta de Cosmética, sino que lo hago con nuestro último viaje. Los viajes para mí son Cosmética para el Alma y las Emociones, así que todo está relacionado.

Para mí viajar no solo es ver monumentos, hablar con personas distintas ó cambiar de país. Para mí viajar es agrandar mi Vida, mis Experiencias y Crecer, porque en los Viajes siempre se aprende algo, siempre se regresa siendo otra Persona.

El Año Nuevo lo hemos comenzado en Marrakech, un lugar propicio para dejar muchos prejuicios atrás, abrir los Ojos, los Oidos y el Olfato a muchas nuevas Sensaciones.

Así que quiero compartir con vosotros lo que más me ha impactado (y esto es algo muy personal).

COLORES

Nos alojamos en el Riad de María, en pleno centro de La Medina, y cuando entramos al Riad los colores me enamoraron y me acompañaron durante todos los días que estuvimos allí.   No puedo dejar de mencionar a María y su generosidad con nosotros.  Hizo que nuestro viaje en Marrakech fuera muy distinto a como hubiera sido si no hubieramos estado allí alojados.   En la foto podeis ver a Luci que junto con la gatita Minerva fueron una compañia encantadora.

Que no se me olvide, la foto del inicio del post es el Palacio de la Bahia y como podeis ver ese enlosado y sus colores me enamoraron.

CLAROSCURO

Me enamoré de los Claroscuros. Luz radiante en el exterior, sonidos y olores, pero tras los anchos muros de los Riad, de los restaurantes, de las tiendas y de los Palacios el sosiego de la calma y esas luces ténues que te hacen desconectar de la algarabia callejera.
La primera foto es el Palacio de la Bahia y la segunda la Madraza de Ali Ben Youssef.

TE

Para unos bebedores compulsivos de té como nosotros el poder tomar un buen té a la menta en donde quisieras era todo un placer. Tomamos unos cuantos, los del desayuno en el Riad de María eran deliciosos, y los de media tarde eran un momento para el relax.
La primera foto es en el restaurante vegetariano Earth Café (muy recomendable), y la segunda en una terraza que daba a la Plaza Yamaa El-Fna (no recuerdo el nombre del restaurante pero era muy bonito).

COMIDA

La comida en Marrakech está en todas partes, en los puestos callejeros en la Plaza Yamaa El-Fna, en las calles de los zocos y por supuesto en la amplia variedad de restaurantes. Puedes comer a precios muy, muy económicos o bien darte el gustazo de disfrutar una cena en un maravilloso restaurante de la Medina. Hay para todos los bolsillos y para todos los gustos.
La primera foto es una hamburguesa vegana en el Earth Cafe, y en la segunda podeis ver a Javi devorando unas brochetas variadas al aire libre en la Plaza Yamaa El-Fna.

ARTE

Escondidos tras los muros y a veces en callejones dificiles de encontrar puedes encontrar lugares maravillosos que te hacen hasta suspirar. Nosotros visitamos el Palacio de la Bahia, las Tumbas Saadíes y la Madraza de Ali Ben Youssef, visitas obligadas y muy recomendables.
La primera foto es la Madraza de Ali Ben Youssef y la segunda las Tumbas Saadíes.

JARDINES

Adoro la naturaleza, adoro los jardines, así que siempre que viajo intento visitar parques y jardines. Y por supuesto en Marrakech también pude disfrutarlos. Me encantan estos remansos de paz, y además el color verde relaja la mente.
La primera foto es en el Palacio de la Bahia y la segunda un maravilloso camino rodeado de olivos en el parque Cyber Parc en la Ciudad Nueva.

GENTE

Y he dejado casi para lo último estas fotos. Marrakech es gente, mucha gente en todas las calles. Y no solo gente también bicis, motocicletas, coches, furgonetas y carros tirados por burros. Todo entremezclado. Todo lleno de mucho bullicio y mucho jaleo. Pero no sería Marrakech si no fuera así.

En la primera foto a mis espaldas todo el bullicio de la Plaza Yamaa El-Fna, y en la segunda a espaldas de Javi mucha gente y el Minarete de la Kutubía.

Y he dejado para el final una foto de una puerta, sí una puerta. Pero es que esta puerta me trajo de cabeza en cuanto la ví. En realidad eran dos. Hice un montón de fotos, desde todos los ángulos y de todas las maneras. Porque el color de esa madera, la decoración que llevaba y la luz de la habitación me emocionaron. A lo mejor la foto no refleja lo bonita que a mí me pareció, pero os garantizo que me quitó el aliento.

Una recomendación si podeis visitar Marrakech, hacerlo con los ojos y la mente abierta de par en par.

Nos vemos en el próximo post¡¡¡