SOSPECHOSOS HABITUALES (INSECTOS) EN EL HUERTO

Como en la película “Sospechosos habituales” nada es lo que parece ser y todo cambia. Así es como yo me siento cuando estoy en mi huerto y veo aparecer las primeras mariquitas de la temporada. Y es que ahora me asombro de mi mismo al saber reconocer los insectos y lo feliz que me hacen ya sean buenos o malos.

 

Y es que no hace muchos años atrás, yo era un urbanita de pies a cabeza, cualquier insecto que se me acercaba a menos de medio metro era eliminado instantaneamente. Los métodos de eliminación eran, o bien por métodos manuales, es decir por aplastamiento , con un sofisticado movimiento de mis reflejos en los pies o manos protegidas por un trapo o por métodos químicos, altmamente nocivos para el bicho como para mi. Y me sentia superbien!!!. Y volvía a estar tan a gustito en mi cúpula, sin insectos ni bichos de que preocuparme. Era como una especie de “Termineitor bichuno”.

 

Pero cuando empecé a cultivar el huerto todo cambió, o más bien se me hizo más confuso… Al principio continuaba con mi labor de “Termineitor bichuno” ya que las plagas se cebaban con mi huerto y por lo tanto cualquier insecto con patas era sospechoso y por lo tanto eliminado. Pero mi subconsciente me decía que había alguno bueno, aunque para mi era imposible distinguirlos. A lo máximo que llegaba y después de búsquedas rápidas por internet era que las mariquitas iban muy bien para matar a los insectos malos como los pulgones. Entonces me lancé con bravura y valentía al campo a cazar mariquitas, pensando que tendria la solución a mis problemas con las plagas. Y después de toda una mañana de agotamiento extremo, metiéndome entre zarzas, arbustos y muchísima calor, conseguí tres o cuatro mariquitas. Y yo que pensaba que estarían esperándome con las alitas abiertas y una bengala indicando su posición en el caminito…. Bueno después de esta aventura y de conseguir tres o cuatro mariquitas las solté entre mis plantas, atónito yo me quedé mirándolas, esperando que empezase una guerra sin cuartel entre ellas y los insectos malos. Mi sorpresa fue que desplegaron las alas y se fueron volando… y con un palmo de narices me quedé

 

Entonces comprendí qué había pasado… el día de antes había echado insecticida ecológico muy bueno para las plantas y por lo tanto los pulgones habían muerto, así que cuando eché las mariquitas, éstas no tenían comida y se fueron volando a otro sitio. Incluso me pareció ver que alguna hacia algún gesto obsceno con sus patitas cruzándolas.. no sé… no sé… Así que llegué a la conclusión que si quieres tener insectos buenos para que polinicen, también has de tener insectos malos y de esta forma se mantendrá el equilibrio del ecosistema y las plantas estarán tranquilas.

 

Después con el tiempo he aprendido a reconocer insectos y los miro con otros ojos. Sé distinguir los buenos de los malos y no voy por ahí exterminandolos ya que son necesarios tanto los unos como los otros. Los buenos polinizan las plantas y necesitan a los malos para alimentarse.

 

Aquí os presento a los sospechosos habituales, es decir los que pueden provocarnos algún dolor de cabeza pero que si los dejamos en paz y no se convierten en una plaga, éstos atraerán a los insectos buenos y así habrá un equilibrio de fuerzas en el huerto. En otro articulo hablaré de los buenos.

 

Los pulgones

 

 

Son muy pequeños y aparecen en grandes colonias. Succionan la salvia de la planta y la debilitan frente a las enfermedades y los hongos. Los hay de muchos colores, verdes, negros, naranjas, marrones, etc. Miden 1 milimetro como mucho.

 

Araña Roja

 

 

Son arañas microscopicas como mucho 0,5 milimetros de grande. Aparecen en grandes colonias y tejen una tela de araña alrededor de las hojas que se acaban secando. También succionan la salvia de la planta. Se mueven muy rápido dentro de la tela de araña.

 

Mosca Blanca

 

Son mosquitas blancas de 1 milimetro de grande, y vuelan pequeñas distancias. También aparecen en colonias y aunque no succionan la salvia de la planta transmiten hongos y enfermedades a la planta.

 

Babosas y caracoles

 

 

La alimentación de las babosas y los caracoles es muy variada. Se alimentanfrecuentemente y en lo posible con tejidos vegetales pero pueden tambiénconsumir residuos animales. Una babosa puede comer hasta la mitad de su peso en una noche, por las convierte en grandes devoradoras de plantas.

 

Cochinilla Algonodosa

 

 

Succiona la salvia de planta y tiene un tacto parecido al algodón, aunque da un poco de asquito… Aparece en los tallos de las plantas.

 

Cochinilla de la humedad o bicho bola

 

 

Este insecto está más en la tierra y no afecta mucho a las plantas, porque come sobre todo ditritus pero tambien como algunas semillas, así que puede que tengamos que resembrar si hay muchos.

 

Saltamontes

 

 

No pasa nada si vemos uno o dos, siempre hace gracia y quizas nos dan un pequeño sustito cuando saltan. Pero son grandes devoradores de plantas y hojas.

 

Orugas

 

En una noche pueden dejar la planta pelada, se camuflan muy bien y cuesta de verlas al principio. Una vez se hacen grandes y es más fácil verlas.

Chinche verde

 

 

Se alimenta chupando la salvia, y debilita a la palnta. Los jóvenes son verde y los adultos son más marrones. Su tamaño es de unos 15 milimetros.

 

Zapatero o chinche roja

 

 

El Pyrrhocoris apterus Linnaeus o chinche rojo, aparece con el calor y succionan la salvia de algunas plantas. A veces los vemos enganchandos de dos en dos es porque están en el momento de reproduccion ya que dura varias horas o días.En otro post os contaré como combatirlos si se convierten en plaga.
 Javi

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